Pss… Rincones secretos de Barcelona que ni algunos locales conocen
Qué voy a decir de Barcelona que no se haya dicho ya. Vivir en una de las ciudades más turísticas del mundo es una experiencia extraordinaria. Te hace valorar el mercado en el que haces la compra, el bar al que ibas de pequeña con tus padres e incluso… ¡las baldosas que pisas! Pensar que la gente se recorre medio mundo para ver esas pequeñas flores me hace salir de puntillas de casa.
Barcelona es una ciudad de lo más turística pero también es MI Barcelona. El perfecto patio de recreo, incluso para que los que, como yo, huimos de las aceras superpobladas. Porque, amigos, hay una ciudad escondida a la sombra de los circuitos turísticos y los guías sacaojos con paraguas en mano. En MI Barcelona hay plazas con alma, rincones escondidos, patios silenciosos y callejones que te trasladan a otras épocas. Si me acompañas te descubro algunos de mis rincones favoritos de la ciudad.
Sábados en la Plaza dels Traginers
Igual que los mejores momentos siempre ocurren frente a la puerta de un bar, en la Edad Moderna todo ocurría en esta plaza. Situada en la puerta de la ciudad amurallada, la Plaza dels Traginers era el lugar más apropiado para charlar con los vecinos o conocer algún comerciante de otras tierras. Hoy la cosa es bien diferente… O no, porque sigue siendo un buen lugar para encontrarse con amigos y comentar los últimos vuelcos de la vida. Suelo ir a media tarde para tomar un helado en Swiit Ice Cream aunque, seamos sinceros... Siempre acabo en la barra de cócteles de Carlos y Mathilda.
Dónde: Plaça del Traginers, 08002

Entrada a la Plaça del Traginers. | @zuckerandspice
Mi rincón preferido de Barcelona
Puede parecer un cliché decir eso de que “Barcelona está llena de pequeños pueblecitos” pero me gustaría que alguien me dijera dónde más es posible contar las plazas mayores y los mercados centrales o elegir donde ir a cambiar cromos. En el barrio de Sant Andreu, uno de esos reductos del pasado, se encuentra un lugar en el que el tiempo se ha detenido. La Plaza Masadas sigue siendo una cuadra tranquila, a pesar de sus 40 terrazas y los 200 chiquillos que se cuelan por los soportales. Además, tiene ese aroma a pueblo salpicado del sabor de las burguers creativas que sirve L’empanat. Mmmm...
Dónde: Plaça de Masadas, 08027
Plaça Massades. | @rockandmaud
Un jardín de Cactus
Si fuera Elvira Lindo, este lugar formaría parte de la lista que no quiero compartir con nadie. Porque no hay nada más elegante que pasear solo entre cactus y con el mar de fondo. Mi jardín de cactus en realidad se llama el jardín de Mossèn Costa i Llobera y, aunque cuando paseo por allí me creo Valentina Tereshkova, en realidad The New York Times ya dijo en 1987 que era uno de los jardines más bellos del mundo. Llegar es algo complicado. ¿Será por ello que sigue teniendo ese aroma a libro nuevo? Para visitar este rincón de Barcelona, tendrás que ir en metro hasta la estación de Paral-lel. Desde allí, anda 15 minutos hasta la plaza d’Armada y busca el acceso al jardín secreto. ¡Suerte!