4 playas mediterráneas que todo ROSÉ lover tiene que visitar
Y la próxima parada… ¡El Mediterráneo catalán! ¡Ay ROSÉ lover! Lo que echábamos de menos escuchar esa voz que te habla cuando te acomodas en el asiento del avión. Las ganas que teníamos de volver a descargar en el móvil la tarjeta de embarque. O simplemente, lo impacientes que estábamos por volver a disfrutar de los tesoros que tenemos más cerca. De las playas de siempre, de las que disfrutábamos cuando éramos niños.
Cerca o lejos, lo que está claro es que si el Mediterráneo está en tu hoja de ruta, tenemos que darte la enhorabuena. ¿La razón? Porque el verano aquí no acaba el 22 de septiembre. ROSÉ lover, si nos estás leyendo, toma nota de las 4 playas del Mediterráneo catalán que te recomendamos por sus paisajes, por la calidad de sus aguas o por lo que tienen de pintorescas. ¡Las hay para todos los gustos!

Si tienes la suerte de hacer el increíble Camino de Ronda, esta playa sin duda es una de las paradas obligatorias. Su nombre se lo da la cantidad de pinos que la rodean. Como no podía ser de otra manera, su arena es blanca y sus aguas increíblemente transparentes. Un paraíso de escasos 60 metros que se rodea de otras playas que merece la pena conocer como son la Cala de Sa Cova o Cala Rovira.
Aiguablava, Begur
Esta vez la nevera con latas de ROSÉ nos la llevamos a esta increíble playa de la Costa Brava. El color turquesa de Aiguablava (Begur) es la mejor foto de bienvenida. Además si eres un amante del buceo, estás en el lugar correcto. Arena fina, aguas tranquilas, servicios, ambiente familiar y el Parador de Aiguablava que asoma sobre su acantilado… ¡Creerás que estás en un sueño!
Cala Jovera, Tamarit
¿Te imaginas un castillo en la playa? Deja de soñar y vuela hasta Cala Jovera en Tarragona. Conocida también como la Cala del Castell, por la construcción románica del siglo X que la acompaña, esta playa es una de las más peculiares de Cataluña. Además, esta playa tiene un galardón que reconoce que es una de las más vírgenes del litoral de Tarragona. ¡Para no perdérsela!

Es Casetes del Garraf, Barcelona
Quizás no sea la playa más paradisíaca del Mediterráneo catalán pero seguro que es una de las más pintorescas. Lo decimos porque este arena de casi 400 metros de longitud, fue en su día un pequeño y bonito barrio marinero. Hoy en día todavía se puede disfrutar de la vista de las barracas de madera de colores que servían para almacenar los útiles de los pescadores. A media hora en tren de Barcelona, es el lugar perfecto para refrescarte. No te puedes ir de Cataluña sin haberla visitado.
¿Qué te ha parecido nuestro peculiar beach hopping? A nosotros nos han quedado ganas de contarte más. ROSÉ lover, lo que está claro es que estés donde estés, tienes que abrir tu BORN ROSÉ favorito y disfrutarlo, como se merece, con los pies en la orilla. ¡Nos vemos en la playa!